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El uso del dron en el volcán de La Palma

El volcán, una emergencia específica

La emergencia declarada por la erupción del volcán en Cumbre Vieja en La Palma tiene unas características específicas y poco habituales. Era necesario conocer, en cada momento, la situación de las zonas pobladas afectadas de coladas volcánicas a muy alta temperatura, emanación de diversos gases y nubes de ceniza dispersadas por el viento a varios kilómetros.

En este ambiente hostil, en el que se desaconsejaba el vuelo de aviones o helicópteros, los drones aportaron imágenes espectaculares. Pudimos contemplar de cerca uno de los espectáculos naturales más fascinantes del mundo, aunque desgraciadamente también destructivos.

La erupción despertó un continuo interés. Las imágenes obtenidas desde un dron acompañaban la noticia, no sólo a nivel nacional, sino a nivel internacional. Incluso una de ellas fue portada en el National Geographic.

Utilización de drones por los organismos oficiales en la emergencia

Distintos organismos oficiales utilizaron los drones como fuente de información para conocer el comportamiento del volcán. La gestión de la emergencia correspondía al Comité Científico de PEVOLCA, que aglutinaba los datos usándolos en la toma de decisiones.

  • UME (Unidad Militar de Emergencia).  Fueron aproximadamente unos 185 efectivos los que se desplazaron a la isla, incluyendo psicólogos, drones o detección de riesgos tóxicos. Entre sus labores está la de asistir a los expertos que estudian sobre el terreno el volcán, en un intento de predecir cuál será su siguiente paso. En esta situación, ha habido dos elementos con los que han tenido que tratar: la gran cantidad de ceniza en el ambiente y la utilización de drones, como un aparato tecnológico nuevo, con el cual han tenido que coordinarse en su utilización con los medios de comunicación o empresas privadas que solicitaron utilizar esos dispositivos.
  • INVOLCAN (Instituto Volcanológico de Canarias), que tiene por finalidad contribuir a la mejora de la gestión del riesgo volcánico en España. Con sus drones en el volcán de Cumbre Vieja, ha obtenido imágenes muy valiosas del recorrido de las lavas y de los focos de emisión, donde se podían apreciar elementos líquidos, sólidos como el magma y los piroclastos y también los gases.
  • IGME (Instituto Geológico y Minero de España). Al utilizar drones han sido clave para la comunidad científica, constituyéndose en “los ojos de los científicos”.  Un equipo de tres personas, trabajando 24 horas al día, con cuatro drones acompañados en todo momento por el personal del Grupo de Emergencias y Salvamento del Gobierno de Canarias (GES), que les da apoyo logístico y aporta otros tres drones, llegando a volar a menos de 100 metros del cono del volcán, y a sólo 35 de la colada de lava. 

El IGME utilizó dos tipos de drones para su trabajo en La Palma. Unos con cámara convencional y otros con cámara térmica. Estos últimos, no sólo para los vuelos nocturnos, sino también de día, para captar imágenes térmicas del cráter y las coladas.

  • IGN (Instituto Geológico Nacional). Realizó una simulación sobre cuál sería el itinerario previsible que recorrería la lava del volcán hasta llegar al mar. Además de los datos de las estaciones sísmicas se usaron los datos de las numerosas imágenes del cono volcánico y recorridos de lava obtenidos desde los drones. 
  • CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). Con la utilización de drones ha podido suministrar mejor información a sus científicos, en pro de la investigación de los procesos volcánicos.
  • IEO (Instituto Español de Oceanografía). Ha realizado un estudio oceanográfico de la zona suroeste de La Palma, fundamentalmente en los cambios morfológicos en el fondo marino como consecuencia de la llegada de las coladas en el ecosistema marino. Estos estudios han sido posibles utilizando su equipo robótico y con el uso de drones pilotados por el SeaDrone del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC).  Entre otros análisis, por medio de una cámara térmica, se obtenían datos de la temperatura superficial del agua alrededor del delta de lava.

Resultado de las aplicaciones de los drones en el volcán

Podemos afirmar, sin lugar a dudas, que los drones, durante y después de la erupción volcánica de La Palma, han constituido un equipo fundamental y novedoso, en la obtención de información (imágenes y vídeos, fundamentalmente), que nunca se habían obtenido con esta cercanía y calidad, constituyendo una fuente de información muy valiosa para todos los implicados en esta emergencia.

Fueron algunas empresas privadas, especialistas en drones, las primeras en llegar a la isla y proporcionar imágenes a los servicios de emergencia y científicos. Esta información fue fundamental para el mejor conocimiento de los puntos calientes del volcán, alguna futura boca y la trayectoria de la colada con las coordenadas exactas del avance de sus lenguas de fuego, que constituyó una fuente muy importante a la hora de planificar y ejecutar las evacuaciones de la población por parte de los servicios de emergencia. 

Gracias a los drones, los técnicos y científicos, han podido saber con detalle la posición de las bocas del volcán, de las grietas en el terreno, lo que estaba pasando en el cono del volcán, si la lava estaba fluyendo a mayor o menor velocidad, los recorridos de la lava, etc.

Los drones han supuesto un apoyo importante para investigadores. Su tamaño, la posibilidad de aproximación al volcán y de incorporación de sensores de gas, espectrómetros y medidores de temperatura, los convierten en un complemento en el estudio de volcanes. Su utilización evita poner en peligro la vida de las personas.

Se han podido realizar multitud de tomas de superficies y volúmenes de material a partir de la colada del volcán, antes y después de la erupción. De esta forma, con las imágenes, se ha conocido el volumen de material e itinerario de la lava.

Uno de los parámetros que los científicos utilizan para medir la intensidad de los volcanes es el “tremor volcánico” (vibración volcánica, que se relaciona con la circulación de fluidos dentro del edificio volcánico), y el otro es la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera. Ha sido precisamente en la toma de datos de dióxido de carbono donde los drones han jugado un papel importante.

La vigilancia y control de la zona de exclusión de la erupción volcánica, al realizarse de forma remota, ha mejorado la seguridad para los diferentes equipos de emergencia actuantes.

En definitiva, se ha visto de forma muy positiva que la utilización drones en la emergencia volcánica, tanto por parte de empresas especialistas como por los equipos de los Organismos Oficiales, ha supuesto un gran avance en la forma de obtener mejor información:

  • Imágenes espectaculares del interior y proximidades de los cráteres, que de otra forma hubiera sido imposible obtener.
  • Imágenes y toma de datos, de gran interés científico, para el estudio de la erupción del volcán y establecer parámetros de su evolución.
  • Imágenes de la evolución de las coladas, fundamentales a la hora de determinar las evacuaciones de la población, por parte de los equipos de emergencia, en las diferentes zonas afectadas, en coordinación con el Comité Científico del PEVOLCA que gestionaba esta emergencia,  contribuyendo en este aspecto a salvar vidas. 

Documentación de interés

 

Victor G. Pérez Castro
Consultor de Prevención de Asepeyo

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