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Día Mundial de la Seguridad del Paciente. Protegerse es proteger a los demás

En el entorno pandémico actual, con casi 600.000 casos confirmados en España y más de 28 millones en todo el mundo, nos enfrentamos a la segunda oleada con algunas características diferenciales, respecto a la primera. La realización de cribados sistemáticos a la población, determina la detección de casos leves y asintomáticos; el perfil de afectados es más joven y, en consecuencia, la mortalidad es muy inferior a la de la situación de la primera oleada.

Sin embargo, la transmisión del virus es comunitaria y tiene lugar a través de las secreciones respiratorias, por gotas y por contacto con superficies contaminadas. Además el mayor conocimiento en la transmisión, pone en evidencia el riesgo de contagio por aerosoles en espacios cerrados. De momento no existe vacuna y estamos todos expuestos. Por tanto, no podemos bajar la guardia bajo ningún concepto, ya que la salud y la vida, sobre todo de los más vulnerables, están en juego. Existen unas medidas muy efectivas para reducir el riesgo, que deben cumplirse: higiene de manos, distancia, protección respiratoria y ventilación de espacios cerrados.

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Ahora más que nunca, en el entorno sanitario, la seguridad del paciente es una prioridad.  Se debe afianzar una cultura de seguridad del paciente en los profesionales y en las organizaciones, desarrollando e implantando prácticas clínicas seguras de calidad.

Estas prácticas clínicas incluyen la formación e interiorización, tanto en pacientes como en profesionales, de las normas básicas recomendadas por todas las instituciones sanitarias.

Medidas de protección básicas contra el coronavirus según la OMS /CDC

La mejor forma de prevenir enfermedades es evitar la exposición a este virus. Cuida tu salud y protege a los demás a través de las siguientes medidas:

Lávate las manos frecuentemente

Lávate las manos con frecuencia con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente después de haber estado en un lugar público, o después de sonarte la nariz, toser o estornudar. 

Si no hay agua y jabón disponibles, usa un desinfectante para manos que contenga, al menos, un 70% de alcohol.

¿Por qué? Lavarse las manos con agua y jabón o con un desinfectante a base de alcohol destruye el virus, si éste está en tus manos.

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Adopta medidas de higiene respiratoria

Se debe utilizar mascarilla en lugares públicos y cuando estés cerca de personas que no viven en tu hogar, especialmente cuando otras medidas de distanciamiento social son difíciles de mantener.

Al toser o estornudar, cúbrete la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo; tira el pañuelo inmediatamente y lávate las manos con agua y jabón o con un desinfectante de manos a base de alcohol.

No se deben colocar máscaras a niños pequeños menores de 2 años, a cualquier persona que tenga problemas para respirar o que esté inconsciente, incapacitado o que no pueda quitarse la máscara sin ayuda.

¿Por qué? Al cubrir la boca y la nariz durante la tos o el estornudo se evita la propagación de gérmenes y virus. Si estornudas o toses cubriéndote con las manos, puedes contaminar los objetos o las personas a los que toques.

Mantén el distanciamiento social

Mantén, al menos, 2 metros de distancia con las demás personas, particularmente con aquellas que tosan, estornuden y tengan fiebre.

Evita el contacto cercano con personas enfermas, y recuerda que algunas personas sin síntomas pueden transmitir el virus.

Mantener la distancia con los demás es especialmente importante para las personas que tienen un mayor riesgo de enfermarse gravemente.

¿Por qué? Cuando alguien con una enfermedad respiratoria, como la infección por el SARS CoV-2, tose o estornuda, proyecta pequeñas gotículas que contienen el virus. Si estás demasiado cerca, puedes inhalar el virus.

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Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca con las manos

¿Por qué? Las manos tocan muchas superficies que pueden estar contaminadas con el virus. Si te tocas los ojos, la nariz o la boca con las manos contaminadas, puedes transferir el virus de la superficie a ti mismo.

Ventilación adecuada de los espacios cerrados

La ventilación es un factor importante para evitar que el virus que causa la COVID-19 se propague en espacios interiores. 

Compartir el mismo aire durante periodos prolongados de tiempo aumenta la probabilidad de exposición e infección.

Se recomienda favorecer la ventilación natural, abriendo las ventanas, si es posible. En caso de ventilación mecánica, se recomienda incrementar el aporte de aire exterior y revisar los sistemas.

Lo más importante es observar todas las medidas de precaución en los espacios cerrados (mascarillas, lavado frecuente de manos y distancia social) y, además, ventilar bien los espacios, para que haya circulación de aire.

Referencias

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