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12 recomendaciones para prevenir el golpe de calor

Ahora que ha empezado la primavera, suben las temperaturas, y está cada vez más cerca el verano, es el momento de empezar a pensar en prevenir el riesgo por golpe de calor.

Cada año las cifras de siniestralidad asociada a las elevadas temperaturas de la época estival aumentan. El cambio climático es una realidad que conlleva condiciones muy extremas de temperatura en un periodo cada vez más largo. Cualquier actividad laboral en exterior durante este periodo implicará tener en cuenta el riesgo por golpe de calor. 

En 2022 las cifras del Sistema de Monitorización de Mortalidad diaria (MoMo), del Instituto de Salud Carlos III, marcaron un pico de mortalidad de 195 personas, con edades comprendidas entre 46 y 64 años, durante los meses de junio, julio y agosto. Es la cifra más alta jamás registrada. 

Recomendaciones para prevenir un golpe de calor en el trabajo

Prevenir supone anticiparse a peligros que se pueden dar en el puesto de trabajo. Aunque en los primeros meses del año no parece que tenga que ser una prioridad el estrés térmico relacionado con los trabajos que se hacen en exterior, va a ser, con toda certeza, un riesgo que se tendrá que tratar en el periodo estival.

Son muchos los canales utilizados para transmitir la señal de peligro, pero hay que buscar aquellos que por proximidad sean oportunos. Los medios de comunicación locales van a transmitir la alerta específica para la zona geográfica en la que se ubique la actividad. Los sistemas de alerta de protección civil son los que se han de considerar y priorizar sobre otros medios de información, redes sociales, etc, que pueden no ser del todo fiables o contener mensajes alarmistas. 

En plena ola de calor, la capacidad de reacción puede ser muy limitada si no se han previsto medidas preventivas que puedan compatibilizar la necesidad de desempeñar ciertas labores con la seguridad y salud de los trabajadores.

Por eso, se considera que en este periodo previo a la temporada de verano es el momento de tener en cuenta aspectos como:

  • Alarma meteorológica. Mantener un sistema de avisos, priorizando los de aquellas agencias meteorológicas de las  zonas en las que vayan a realizarse actividades laborales en exterior.
  • Planificar trabajos en las horas frescas del día. Tener en cuenta la planificación de turnos y horarios. Va a ser difícil llevar a cabo determinadas actuaciones en los meses de verano. 
  • Preparar y habilitar zonas de descanso que permitan una recuperación efectiva, ya que este tiempo de recuperación es fundamental.
  • Planificar las tareas con más carga metabólica, las más pesadas, que deben estar bien clasificadas. 
  • Considerar los trabajos que requieren EPI’s, que suponen un agravante del riesgo de trabajar con temperaturas elevadas. Buscar los equipos más adecuados o establecer que estos trabajos no se realicen en la franja crítica de la jornada. 
  • Realizar un plan de mantenimiento de equipos asociados a la climatización de espacios cerrados, para que no falle en momentos críticos. 
  • Trasladar actividades a las horas nocturnas más frescas. Eso implica contar con iluminación artificial, que ha de ser adecuada a las tareas que se vayan a desarrollar. Es indispensable para trabajar con seguridad. 
  • Contar con material específico que puede refrescar el cuerpo de los trabajadores. Haber provisionado y probado este tipo de equipos, los cuales, por evaporación de líquido, pueden refrescar el cuerpo de los trabajadores.
  • Sensibilizar sobre la necesidad de unos hábitos alimenticios adaptados a la situación. Transmitir la necesidad de evitar el consumo de alcohol.
  • Reducir el tiempo de actividad en ciertas tareas. Calcular el tiempo de realización específicamente. 
  • Automatizar o mecanizar trabajos duros. Cuestión relevante, por ejemplo, en el trabajo agrícola. 
  • Realizar actividades en tiempos limitados por las condiciones de temperatura. Ciertas actuaciones se han de hacer en un tiempo limitado, por lo que se ha de trabajar en un adiestramiento específico para que no se alarguen innecesariamente. 

Otro aspecto fundamental a tener en cuenta es el de las horas de descanso. La dificultad del descanso de los trabajadores por altas temperaturas nocturnas puede implicar una mayor dificultad para el desarrollo de sus tareas, y también una falta de atención que lleve a accidentes. Por eso, aquellas tareas más complejas o delicadas en esos periodos se pueden ver condicionadas. 

¿Cómo realizar la evaluación del riesgo de golpe de calor?

Así, la metodología de evaluación del riesgo de estrés térmico por calor es fundamental. El INSST cuenta con herramientas y notas técnicas de prevención adecuadas para una buena gestión del riesgo. 

La mayor parte de las medidas planteadas anteriormente supone una anticipación y hay que tenerlas en cuenta antes de que se dé la alarma por ola de calor y de que sea demasiado tarde. 

¿Cómo podemos ayudarte desde Asepeyo?

En estas publicaciones que hemos elaborado encontrarás información más detallada sobre la prevención de los golpes de calor:

Si necesitas asesoramiento o información más detallada en este ámbito, contacta con nosotros a través de nuestra red territorial de consultores de Prevención.

Javier Aniés
Técnico de la Dirección de Prevención de Asepeyo

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