Las adicciones, ¿cómo podemos prevenirlas?

La agenda 2030 para el desarrollo sostenible insiste, en materia de salud, en la necesidad de reforzar la prevención del consumo de sustancias adictivas y el tratamiento de los trastornos relacionados. El consumo de estas sustancias, que incluyen drogas y productos que contienen alcohol, supone una importante carga sanitaria y social, tal como nos traslada la Organización Mundial de la Salud.

El alcohol fue responsable en 2019 de 2,6 millones de muertes en todo el mundo y las drogas psicoactivas causaron casi 600.000 muertes. El consumo de sustancias psicoactivas también tiene consecuencias sociales y económicas negativas para la sociedad.

Cuando hablamos de drogas, ¿a qué nos referimos?

La OMS define droga como “aquella sustancia con efectos psicoactivos, capaz de producir cambios en la percepción, el estado de ánimo, la conciencia, y el comportamiento; susceptible de ser autoadministrada”. Debido al placer que producen, inducen a las personas que las consumen a repetir la autoadministración.

Tipos de drogas

Tabaco, con los efectos conocidos sobre la salud.
Alcohol, aceptado socialmente pero tiene consecuencias importantes físicas, sociales, laborales y familiares muy importantes.
Sustancias psicoactivas estimulantes, como la cocaína, la anfetamina o metanfetamina y el éxtasis.
Sustancias psicoactivas depresoras, como los derivados del opio, tranquilizantes, inhalables o alucinógenos.

¿Qué es una adicción?

La OMS define la adicción como una enfermedad física y psicoemocional que provoca dependencia a una sustancia, actividad o relación. La adicción puede ser:

Química, adicción a sustancias.
Comportamental o adicción sin sustancia.

Sea cual sea el tipo de adicción, éstas son las características de una conducta adictiva:

Pérdida de control. Una compulsión o un deseo incontrolable aún sabiendo que es perjudicial.
Negación del problema. “Yo controlo”, “ yo lo puedo dejar cuando quiera”.
Alteran el cerebro y su sistema de gratificación.
Efecto de tolerancia. Mayor frecuencia o intensidad para obtener el mismo objetivo o placer.
Síndrome de abstinencia. Malestar físico o psicológico (ansiedad, irritabilidad) al no realizar la conducta o consumo.
Impacto negativo en la vida. Afecta a la salud, las finanzas, las relaciones personales y la carrera profesional.
Efecto en el estado de ánimo. Ofrece un escape emocional temporal, pero causa un sentimiento de culpa y desasosiego.

¿Cuáles son las causas de la conducta adictiva?

Todos tenemos factores de tipo individual de riesgo y de protección frente a las conductas adictivas. Lo mismo sucede con los factores familiares y sociales. La prevención de las adicciones supone poner el foco en los factores de protección frente a los factores de riesgo y trabajar las habilidades para hacerles frente.

Efectos de las adicciones

En general, afectan las relaciones interpersonales, la salud mental y el bienestar general de quien la padece, de su entorno y de su comunidad:

Incrementa el riesgo de efectos sobre la salud, tanto agudos (intoxicaciones), como crónicos (incremento de la mortalidad prematura por distintas causas y de padecer enfermedades no transmisibles).
Riesgo para la seguridad personal (accidentes) o de terceros.
Problemas legales
Bajo rendimiento
Trastornos de conducta
Problemas económicos y sociales

Las adicciones, ¿tienen tratamiento?

La adicción, con sustancia y sin sustancia, es una enfermedad. Por lo tanto, debe tratarse de forma multidisciplinar y personalizada.
Si hay un problema relacionado con las adicciones se recomienda acudir al centro de atención primaria, que evaluará el caso y derivará a un centro especializado, en caso de ser necesario.

¿Cómo podemos prevenirlas?

La prevención, la información y la sensibilización, el fomento de habilidades personales y la promoción de entornos seguros de apoyo, junto con una detección precoz, son fundamentales. Los programas de prevención abordan diversos factores, basados en la relación entre la persona y su entorno. Este enfoque integral busca aumentar la resiliencia y minimizar los riesgos. Además, involucra al individuo y a su entorno familiar, laboral y comunitario.

Factores individuales

Autoestima. Fundamental para el desarrollo personal. Se nutre del cuidado afectivo de un adulto con significado para el individuo.
Introspección. Capacidad de reflexionar honestamente sobre uno mismo, ligada a una autoestima sólida, que se forma a partir del reconocimiento de los demás.
Autonomía. Habilidad para establecer límites con entornos problemáticos, manteniendo una distancia emocional y física sin aislarse.
Capacidad de relacionarse. Aptitud para construir vínculos con otros, para satisfacer las necesidades afectivas y para ofrecer afecto.
Humor. Habilidad para ver el lado divertido, incluso ante situaciones adversas.
Creatividad. Capacidad de generar ideas o soluciones novedosas, a partir del caos y el desorden.
Pensamiento crítico. Permite analizar de forma lógica las causas de la adversidad y proponer estrategias para afrontarla y transformarla.
Aprender a decir “no”. Para rechazar el consumo de sustancias de forma asertiva.

Factores del entorno

Informar y sensibilizar
- Riesgos, desmitificar los tópicos y la información errónea
- Identificar señales de alarma
- Concienciar sobre las adicciones comportamentales
- Enfocar en las consecuencias de las adicciones a largo plazo

Fomentar la comunicación eficaz y escuchar sin juzgar
Derribar la estigmatización de las personas con adicciones
Fomentar una red de apoyo que ofrezca recursos de ayuda, con la participación en la resolución de los problemas, los objetivos, la planificación y la toma de decisiones
Promover los valores positivos, como el respeto, la responsabilidad, la empatía, la autodisciplina y el optimismo
Favorecer la estima colectiva, que consiga la satisfacción de pertenencia al grupo
Trabajar programas que enseñen habilidades emocionales y sociales
Promover estilos de vida saludables e incentivar a la participación en actividades de ocio, deportes y pasatiempos que no estén relacionados con el consumo

Recuerda…

Las adicciones, con sustancia y sin sustancia, son un problema de salud pública, nos afecta a todos.
El tabaco, el alcohol, las sustancias psicoactivas (estimulantes y sedantes) y las adicciones sin sustancia tienen efectos sobre la salud, tanto agudos (inmediatos) como a medio y largo plazo.
Las adicciones se pueden tratar y también se pueden prevenir.
Puedes solicitar ayuda en tu centro de salud, a los profesionales sanitarios.