“Pienso seguir en activo, hasta que mis facultades me lo permitan”

¿Cuándo empezaste a trabajar en Asepeyo? 

Mi primer contacto con Asepeyo fue en 1982 como sustituto del traumatólogo, y en 1984 pasé a formar parte de la plantilla del centro asistencial de Asepeyo Sevilla.  En el servicio médico solo existían dos traumatólogos, dos enfermeros, un auxiliar sanitario y un fisioterapeuta. Éramos como una familia, compartiendo vidas, aficiones, hasta jugábamos partidos de fútbol con gente de toda Andalucía.

¿Por qué te hiciste médico?

Mi abuelo, al que admiraba, fue médico rural. Y a eso hay que sumar que me fascina el deporte, todo lo relacionado con las lesiones deportivas y el contacto con los pacientes. Después de 35 años de profesión pienso seguir en activo, hasta que mis facultades me lo permitan.

¿Cómo es un día cualquiera en la vida de un médico?

Muy variado e intenso. Cada paciente es único y esta especialidad permite el cambio de escenario, el trabajo de quirófano es distinto al de consulta.

¿Qué es lo que más te apasiona de tu profesión?

El contacto con los pacientes y poder ayudarles. Me interesa estar al día de todas las novedades quirúrgicas. Es muy satisfactorio mejorar los resultados, gracias a la aplicación de las nuevas técnicas quirúrgicas que van apareciendo.

¿Y de qué prescindirías?

(Sonríe) De toda la burocracia que rodea el trabajo, del papeleo y  de todos esos informes que se solicitan, reiteradamente.

¿Cómo definirías tu relación con los pacientes?

Sería más acertado preguntárselo a ellos, pero diría que es muy buena. Siempre intento ponerme en su lugar y entender que esas personas sienten dolor, no saben qué les pasa y buscan respuestas. Por eso dedico mucho tiempo a explicarles su diagnóstico y el tratamiento a seguir.

¿Qué cambios significativos has vivido profesionalmente a lo largo de tu carrera?

La decisión más crucial en mi vida fue la de optar por no incorporarme al Servicio Andaluz de Salud y también la de dedicarme, en 1987, a la cirugía artroscópica , que en aquel momento suponía un gran reto por la dificultad a la hora de realizar las intervenciones.

¿De qué manera estás involucrado en el proyecto de humanización de los hospitales de Asepeyo?

Para mí es la mejora continua de la calidad y del trato hacia nuestros pacientes con sus acompañantes. Todo el equipo del Hospital de día Cartuja dedicamos un especial cuidado a la seguridad de cada una de las etapas de la cirugía mayor ambulatoria, así como de la información que reciben pacientes y familiares.

El proceso de transformación digital de la Mutua seguramente haya modificado parte del trabajo que realizas, ¿de qué manera?

Fundamentalmente la aparición de la Telemedicina, que me permite asesorar al médico del centro asistencial sobre el diagnóstico y tratamiento de los pacientes, evitando desplazamientos y mejorando la tutela de los casos.

Si tuvieras la capacidad de cambiar tres cosas del hospital, ¿cuáles serían?

Creo que ampliaría el horario de apertura hacia 24 horas, dotaría de camas para que se pudieran realizar más intervenciones quirúrgicas y, finalmente, potenciaría la relación con otras Mutuas para hacer de Cartuja un espacio común donde compartir el trabajo.

Un sueño de futuro, profesional o personal.

En lo profesional me gustaría continuar con mi trabajo con calma, pero sin dejarlo definitivamente, manteniéndome activo y actualizado.

En lo personal solo pido salud para poder viajar, disfrutar de mi familia y amigos todo el tiempo que pueda.