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En el trabajo, protégete de la radiación solar

En esta época del año, la radiación solar en cualquier hora de la jornada puede ser muy dañina. Aunque se tenga que estar en el exterior durante un tiempo corto, está demostrado que el sol puede comportar efectos muy nocivos para la salud y, especialmente, para la piel.

Las agencias meteorológicas emiten predicciones y señales de alarma, relacionados con el índice de radiación ultravioleta que emite el sol, avisando de cuándo se van a sobrepasar los valores considerados como extremadamente altos. ¡Esta alarma suele estar activada gran parte de la jornada de la época estival!

¿Qué es la radiación solar?

La radiación solar es una forma de energía electromagnética, que tiene su origen en el sol y que incide en la tierra. En términos de irradiancia efectiva (que es una unidad de energía por unidad de tiempo), una exposición laboral de 15 minutos al sol ya se considera perjudicial.

Si la piel está expuesta durante este tiempo a la luz solar, se puede llegar a alcanzar el valor límite que la normativa establece para exposiciones laborales a fuentes artificiales de radiaciones ultravioletas. Dichas radiaciones tienen la capacidad de modificar una molécula y de producir una reacción fotoquímica, afectando a nuestro ADN celular.

¿Cómo afecta la radiación solar a nuestra piel?

Todos sabemos que está claramente demostrada la carcinogenicidad de la radiación solar, que puede causar melanoma cutáneo y cáncer de piel no melanocítico. Ante esta evidencia, toda acción de protección es poca.

Además, la exposición continuada al sol implica un envejecimiento prematuro de la piel y los rayos ultravioletas un deterioro importante del ojo.

¿Cómo evitar estos daños?

Para minimizar los efectos del sol debido al trabajo, es importante que tengamos en cuenta estas cinco medidas:

  • Intenta permanecer en una zona sombreada el máximo de tiempo posible

– Si es posible, utiliza toldos o sistemas que permitan crear zonas de sombra
– Rota entre varias personas las tareas que obligan a permanecer bajo el sol, en las horas más críticas

  • Protege con ropa el máximo de superficie de tu piel

– No toda la ropa ofrece el mismo nivel de protección: la ropa oscura ofrece mayor protección frente a los rayos ultravioletas que la ropa blanca

  • Cubre adecuadamente la cabeza con un gorro o sombrero (si incorpora velo en la parte posterior, mejor)

– Esto permite proteger partes sensibles como son la piel de la cara, la nariz, los labios, el cuello y los ojos

  • Usa cremas y filtros solares con niveles de protección ajustadas a tu tipo de piel

– Sigue siempre las normas de utilización del fabricante
– Recuerda que usar, únicamente, crema solar no garantiza estar bien protegido frente al sol
– Utiliza un protector para los labios con un factor superior a 30

  • Utiliza gafas de sol homologadas y verifica que la categoría del filtro es mínimo de valor 3

– Estas gafas deben tener un diseño envolvente, que evite al máximo la entrada de los rayos solares
– Vigila que no tengan golpes o rayadas, que pueden reducir sus cualidades

Y sobre todo…

Revisa periódicamente tu piel y consulta al médico si:

  • Aparecen nuevas lesiones
  • Las lesiones pigmentadas o antiguas cambian de aspecto
  • Las heridas no curan


Si quieres más información:

 

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